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Trasplante y entutorado |
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La recolección se puede hacer de dos maneras:
a) Recolectando las vainas en verde:
Las semillas se meten en bolsas o en un recipiente,"tupperware", de plástico o de cristal y
guardándolas en el congelador.
Este tipo de recolección tiene varias ventajas: que al estar menos tiempo expuestas a las inclemencias de tiempo, se evitan ciertos riesgos (plagas, enfermedades,...) , por lo tanto la reducción del ciclo de cultivo es muy positiva. Otra ventaja es que, a la hora de cocinarlas, no se ponen a remojo.
guardándolas en el congelador.
Este tipo de recolección tiene varias ventajas: que al estar menos tiempo expuestas a las inclemencias de tiempo, se evitan ciertos riesgos (plagas, enfermedades,...) , por lo tanto la reducción del ciclo de cultivo es muy positiva. Otra ventaja es que, a la hora de cocinarlas, no se ponen a remojo.
b) Recolectando las vainas cuando están prácticamente secas:
Abriéndolas y extendiendo las semillas sobre un papel secante con el fin de lograr que la faba tenga un porcentaje mínimo de humedad, posteriormente se almacenan a granel o se envasan.
ESTA ES LA RECETA:
Ingredientes (4 personas)
400 g de fabes (judías de la granja)
1 chorizo bueno para cocer (puede ser una marca de 1ª y por supuesto, mucho mejor si es extra
1 morcilla
Un trozo de jamón o de lacón
Azafrán
Pimentón
Aceite
Opcional, unas cañas de perejil
Técnica operatoria
Si hemos recolectado las vainas casi secas, lo que hacemos es ponerlas a remojo la noche anterior a la preparación de la fabada.
Si las hemos recolectado en verde, no hace falta ponerlas a remojo, se echan directamente a la pota
Si las hemos recolectado en verde, no hace falta ponerlas a remojo, se echan directamente a la pota
Se echan
todos los ingredientes, excepto el azafrán, en una pota, con una cantidad de agua que lo sobrepase unos dos cm aproximadamente.
Se deja cocer a fuego lento durante 1
½ horas.
A la hora y media aproximadamente, en una sartén se echa aceite y pimentón, se
calienta, lo revolvemos bien y lo echamos a la pota.
Se pone una pizca de azafrán, se prueba el caldo, se supone que la sal la ha aportado el jamón, e incorporamos o no la sal, dependiendo del gusto del cocienro y de los comensales.
Y este es el resultado:
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