Los mejillones son unisexuales. Cada hembra puede llegar a depositar hasta un millón de óvulos y la incubación suele durar entre una o dos semanas, según la temperatura del agua. Los mejillones pueden ser machos o hembras. las hembras presentan un color anaranjado intenso y suelen tener más sabor, mientras que los machos tienen un color más blanquecino.
Esta es la receta
Ingredientes para 4 personas.
1 kg de mejillones frescos
100 cc. aceite de oliva virgen,
100 cc. vinagre,
100 cc de vino blanco
Una pizca de sal,
2 dientes de ajo
½ cebolla picada muy fina
2 cucharaditas, una pimentón dulce y otra de pimentón picante.
Opcional: 1 hoja de laurel, pimiento verde, pimiento amarillo y pimiento rojo.
Útiles:
Una olla, dos vasos, un tenedor de madera, cuchillo, tabla de picar, una sartén, una fuente grande o mediana y una tijera.
Técnica operatoria
Limpiamos bien los mejillones con agua fría, los echamos en una olla con un vaso de vino blanco y una pizca de sal, los tapamos y calentamos hasta que se abran todos. Suele tardar desde que empieza a hervir unos 6-8 minutos, No conviene dejarlos mucho tiempo, porque si no se dehidratan y se quedan pequeños.
Apagamos el fuego y los dejamos enfriar en su propio caldo. A continuación los
sacamos para un plato, quitando previamente las conchas y también los posibles restos de
barbas que hayan quedado en el cuerpo del mejillón.
Y mientras los mejillones enfrían:
Picamos muy finos los ajos y la cebolla, opcionalmente los pimientos.
En una sartén, echamos el aceite y los ajos y calentamos a
fuego lento, a los dos minutos podemos incorporar la cebolla (y los pimientos), cuando empiezan
a dorarse ligeramente, (de forma opcional se puede añadir una rama de laurel), a los dos minutos echamos el pimentón dulce
y picante, removemos durante un minuto aproximadamente. Por último echamos el
vinagre, removiendo sin parar, aquí podemos probar la salsa y si está sosa, le
añadimos una pizca de sal y, a los dos minutos lo quitamos del fuego. Y ya
tenemos preparado el escabeche
En una fuente o cazuela ponemos los mejillones, echamos el escabeche sobre
ellos hasta que los cubra por completo, dejándolos enfriar a la temperatura
ambiente.
Aunque ya están listos para comer, es conveniente no
consumirlos hasta pasada una hora por lo menos, de manera que la salsa quede impregnada en el propio mejillón. A partir de aquí, podemos conservarlos a la temperatura
ambiente unos cuantos días. Y ahora, el emplatado es cosa vuestra:
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